La vuelta al calendario. El cambio de página.


Las consecuencias de nuestras acciones, de nuestros miedo a hacer las cosas y por eso no hacerlas, suceden (y mas cuando hay personas dispuestas a destruirte). A la gente hay que saberla tratar. Discreción, silencio, autenticidad, palabras a quien las merece, lo que nos hace ser nosotros a la vista de algunos, y lo mejor de nosotros para lo que amamos.
Un motor es necesario en la vida, claro: una sonrisa angelical, un sentimiento maravilloso, un momento de maravilla, una música hermosa, algo digno de inmortalizar, aunque sea efímeramente.
No podemos esperar que nadie nos de todo lo que necesitamos. Tenemos muchos maestros en la vida, pero solo nuestra inteligencia nos ayudará a aprender. Y a veces, solo dándonos de topes aprendemos. No podemos exigirle a alguien lo que no nos puede dar, no podemos exigir que nos den todo lo que no sabemos darnos. Nadie puede hacer lo que nosotros, nadie puede luchar por nosotros. Solo uno mismo puede hacerlo. Solo yo lo puedo hacer. Nadie más lo hará por mi.
Ahora solo queda empezar de nuevo, seguir, adelante, con el corazón en la mano y hasta donde el cuerpo aguante. Tirarse de cabeza del barranco, bien preparado, sin miedo. Hacerlo y ya. Que pase lo que tenga que pasar. Hacerlo con todo.
Como dice Benedetti:
"No te rindas que la vida es eso, 
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros
y destapar el cielo."

No dependas de nadie, depende de ti mismo, encuentra tu motor. Hazlo. Solo hazlo y ya. Que sea por ti, siempre.

-De esas cosas que quedan en tu mente después de una larga charla, en la que te das cuenta de las cosas gracias a tus propias palabras- Hasta quedé algo ronca- ¿Por qué será que hablo tanto y me es imposible quedarme callada?. 

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